sábado, 23 de mayo de 2020

El Coronavirus y la nueva normalidad

Mucho se habla de los nuevos tiempos y de los cambios que este virus ha producido en la sociedad y me asustan, me asusta la nueva normalidad o que nos acostumbremos a ella. Me da miedo que se normalice el no poder estrechar una mano, no poder abrazar y besar a los padres, familiares, amigos, compañeros de trabajo, no compartir un mate o después del partidito de futbol semanal no tomar entre todos una cerveza, una gaseosa o simplemente un agua, pasándose la botella  de mano en mano. De a poco nos vamos acostumbrando, hace unos años los apasionados por el futbol hacíamos marchas porque sin hinchada no se jugaba, sin embargo, despacito, nos fueron alejando y ya ahora nadie cuestiona que no haya hinchas visitantes en las canchas y nos conformamos con poder verlo por televisión y lo mismo ha pasado con otros temas.



 
Lo mas preocupante es que nos acostumbremos  a esperar, como Mia y Cuervo, sentados en un sillón que el Tio nos autorice a salir a la calle, cuando podemos ir a trabajar y en que medio de transporte podemos hacerlo, que días podemos compartir una caminata con nuestros hijos, siempre que tengan menos de 15 años, indicando con precisión porque lugar podemos hacerlo y por cuanto tiempo. En que momento, finalmente, podremos ir a un restaurante, a un gimnasio, al teatro, al casino, de vacaciones o a una peluquería. Al igual que el mejor de los ilusionistas, el gobierno nos hace mirar hacia un lado mientras hace el truco por el otro, nos muestra con filminas su buen accionar y la tragedia que sus decisiones ha evitado y por el otro aparecen cuadernillos que se reparten en colegios, avances sobre la justicia, liberación de delincuentes y políticos corruptos, proyectos de ley discutibles, aumentos miserables a jubilados, ideas estatizadoras de ciertas empresas privadas, monitoreos a traves de aplicaciones, etc, etc.... 

El coronavirus no me causa temor, lo que me intranquiliza es la progresiva injerencia del estado en la vida cotidiana de los ciudadanos y en sus libertades y derechos individuales, como ya se vio con otras cosas, despacito, despacito…….

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