El Escándalo de la Pobreza.

El pedido de un esfuerzo, realizado por el Papa Benedicto XVI, para reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social fue el disparador y los medios, nada lerdos ni perezosos para establecer en la opinión pública ciertos temas, le dieron la difusión que merece.
La mayoría de los actores salio al cruce exponiendo sus ideas quedando al descubierto ciertas contradicciones e intereses, por ejemplo:

El obispo Jorge Casaretto, días antes denuncio en una entrevista a Clarín, que la pobreza esta cerca del 40%.

Cristina no admite un aumento de la pobreza como denuncia la Iglesia y sigue hablando, para sus obsecuentes seguidores, sobre la puja con el campo.

Néstor, reunido y acompañado con sus compañeros, afirma abiertamente que la pobreza ronda el 22 o 23%, contradiciendo “inconscientemente” el ultimo dato oficial publicado por el Indec que es del 15,3%.

Don Aníbal intenta minimizar el impacto del dicho papal manifestando, en conferencia de prensa en la cual no permitió preguntas, que lo que le dijo el Papa a la delegación argentina es lo mismo que le marca a otros países, maravilloso!!!
Asimismo, coincidió con las palabras del Santo Padre y afirmo que el gobierno viene luchando desde el año 2003 contra la pobreza.
También admitió, mediante mediciones del Indec, una pobreza del 15% dejando la discusión de los índices para otro día.

Mas allá de la polémica por los índices es mucha la gente que tiene la cabal sensación de que nunca podrá acceder a una vida digna y esta polémica seguirá hasta que no se tenga un dato creíble y confiable que mida la realidad económica y social del país.
Creo que el punto de partida para lograr una sociedad mas justa y solidaria es sincerarnos con nosotros mismos y descubrir que es lo mínimo que podemos hacer por el otro y hacerlo, sin esperar nada a cambio, a la larga todo vuelve ….
Nuestra iniciativa sumada a una verdadera política social eliminara, definitivamente, la pobreza en nuestra querida argentina.

“Transporta un puñado de tierra todos los días y construirás una montaña” (Confucio)