viernes, 23 de enero de 2015

Las Cabras de los Argán



Las famosas Cabras del Argán


Chicas, chicas, a trabajar....


No mires, hasta que no pongan unas monedas hacete la tonta....


Que lindo gatito...


Como me bajooooooo....


Verdadero Arbolito de Navidad


Siempre pensé que estas imágenes existían únicamente en los dibujos animados, sin embargo, tuve la oportunidad de verlas con mis propios ojos y quede sorprendido y asombrado de la capacidad de estos animales, es increíble el equilibrio que tienen y con la tranquilidad que se mueven entre las ramas.

Estando en Marruecos,  en la ciudad de Marrakech,  decidí conocer la ciudad de Essaouria, distante a unos 180 kilómetros, el viaje era por ruta y cuando estábamos  a mitad de camino la combi en la que viajaba junto a otros turistas, franceses e ingleses, de repente y sin previo aviso  se detuvo sobre la banquina y el conductor señalo la puerta para que descendiéramos, y aquí fue donde descubrí las llamadas “Cabras de los Argán”.

El Argán es un árbol (nombre científico: argania spinosa) que crece de forma salvaje y espontánea en Marruecos, muy apreciado por el pueblo marroquí por su madera y fundamentalmente su fruto que se utiliza para producir un aceite único. Este árbol puede llegar a vivir hasta 200 años y su constitución está preparada para resistir periodos largos de sequía.

Las cabras juegan un papel muy importante en el proceso productivo  para extraer el delicado y afamado aceite de Argán pero también  se han convertido en un atractivo turístico y en una fuente de recursos para los pastores que cuidan los rebaños ya que los turistas sacan fotos a las cabras y luego “deben” darles  algunas monedas a título de lo que nosotros podemos denominar “propina” o “colaboración”.

Subimos nuevamente  a la combi y marchamos algunos minutos hasta que nos detuvimos en una de las tantas Cooperativas que producen el Aceite de Argán y otros productos derivados tales como cremas, jabones, lociones y similares. La característica de estas cooperativas es que están integradas solamente por mujeres, viudas o solas,  y con sus manos, en forma artesanal, realizan todo el proceso productivo, es decir, reciben las semillas y las convierten en aceite. De esta forma las mujeres se aseguran un trabajo y por lo tanto un ingreso para ellas y su familia.

A fin de ejemplificar este tipo de producción se puede mencionar que para conseguir 1 litro de aceite se puede tardar más de 10 horas.

Al llegar a la entrada del establecimiento nos dividieron en grupos teniendo en cuenta el idioma que hablábamos, a cargo de cada grupo estaba una trabajadora que explicaba dónde estábamos, a que se dedicaban, la composición de la organización y la forma de producción, al ser el único de habla hispana la atención  fue personalizada, y eso nos permitió tanto a la persona que me atendió como a mi tener ciertos beneficios extras, a mí me permitió detenerme en cualquier lugar el tiempo que deseara, curiosear y preguntar sin límite y a la trabajadora de la cooperativa practicar su español.
Mientras caminábamos por el sector comercial de la cooperativa la trabajadora me explicaba y mostraba los distintos procesos por los cuales pasaba el fruto del Argán hasta convertirse en aceite, y más o menos es el siguiente:

Todo comienza, obviamente, en el Argán y puede continuar con la cabra, de ser así los pastores no solo guían a las cabras de árbol en árbol controlando el rebaño, también recogen las semillas de argán que escupen las cabras, ya que a ellas les gustan las hojas y los frutos, pero la semilla no la pueden digerir.

Una vez recogido los frutos,  para preparar el aceite hay que descascarillar la primera y la segunda cáscara y así llegar al núcleo donde se encuentra la almendra. Para romper las cascaras las mujeres utilizan dos piedras, una grande usada como base donde partir la nuez del argán y otra más pequeña y de forma alargada para golpearla, las cascaras son muy duras y es común golpearse las manos.
Una vez partida la primera cascara, la nuez de argán extraída se guarda en sacos en lugar seco y limpio hasta que llegue el momento de romperlas para extraer la almendra de argán para producir el aceite.

Una vez rota las dos cascaras se seleccionan las mejores valorando el color (entre marfil y beige) y su estado, es decir, que estén enteras sin marcas, muescas o roturas que puedan provocar su oxidación. Se guardan en sacos en un lugar seco y aireado, resguardado de la luz a temperatura ambiente. Cabe aclarar que estas almendras solo pueden guardarse, como máximo, un mes. Las cascaras que han quedado son aprovechadas para el fuego.

Al pasar el tiempo de estacionado  las almendras se trituran con un poco de agua en un molinito de piedra (Azerg) obteniendo como resultado una masa espesa que se presiona para extraer el aceite. Con la masa resultante las mujeres forman unas bolas y las presionan para que escurra todo el aceite poco a poco. Como resultado de todo este proceso se obtiene un aceite mucho más ligero, transparente y digestivo  que el aceite de oliva.  Tiene un sabor y un olor algo peculiar y por ese motivo, antes de pasar por el molino, una de las formas de hacer más atractivo el aceite de argán, es tostando sus semillas dando al producto final un sabor a nueces que resulta delicioso y muy valorado en la alta cocina.
Finalmente los residuos del proceso para la fabricación de aceite de argán son usados para alimentar al ganado.

Como no podía ser de otra manera al finalizar la vista compre varios productos, no podía faltar el aceite comestible y además cremas para el cuerpo de mi mujer (cara, cuerpo y manos).
Salude a la anfitriona agradeciéndole su atención y prometí alguna vez volver a visitarla, me reuní con el grupo de turistas y juntos subimos a la combi.
Ahora sí, sin escalas, hasta Essaouria.

Comentario Final:
Los productos fueron utilizados al llegar a Buenos Aires y debo confesar que el aceite tiene un aroma y un sabor exquisitos y las cremas han resaltado más aun la belleza de mi mujer.

Hasta pronto!!!


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