Un espacio donde expresar y compartir mis pensamientos y opiniones sin ser interrumpido. Un lugar de acogimiento, apoyo, comprensión, estimulo y eterna provocación.
domingo, 16 de febrero de 2014
El Amor y el Vino.
Estimados amigos, debo confesarles que me enamore y quisiera compartir con ustedes las sensaciones vividas.
Sucedió una tarde fría y lluviosa de otoño, un sábado mas precisamente, me sentía aburrido y casi les diría que agobiado, la semana no había sido nada fácil, la falta de trabajo y las cuentas a pagar que se apilaban unas sobre otras esperando que alguien se hiciera cargo me apuntaban como un dedo acusador, la impotencia me embargaba y no lograba reaccionar, decidí salir a la calle y hacer frente a la inclemencia del tiempo, en realidad simplemente necesitaba algunas cosas del supermercado.
Me dirigía a la caja cuando opte por dar una vueltita mas, nadie me esperaba y la calle estaba tan fea, de repente la vi, su mirada intensa y expresiva me ruborizo y atrapo, ante mi brillaba la síntesis de la belleza, cuerpo untuoso, estructura perfecta, serena elegancia, un aire de frescura la envolvía, su aspecto merecía el mayor puntaje, mire a su alrededor y estaba sola, sin decirle nada la tome con mi mano y la lleve conmigo, la cajera me observo asombrada, seguramente en este momento estaba siendo la envidia de muchos.
Hacia frío pero no importaba, con la mano derecha lleve la bolsa y muy firme pero suavemente con la izquierda la tome a ella, inocentemente apoye mi nariz sobre su cuerpo y pude descubrir un aroma frutal acaramelado, una mezcla de frutas blancas como el anana y algo de miel, inmediatamente supe que me romperia el corazón. La abrigue contra mi cuerpo por temor a que el excesivo frío acharata y robara su aroma pero sabia, muy íntimamente, que eso era imposible, tenia la estructura suficiente para tolerar este clima y a la vez una rara delicadeza. Me sentía feliz, nada me importaba, sabia que junto a ella todo seria mejor.
Entramos a mi departamento y luego de guardar todo me senté frente a ella en la mesa del living, tome una copa porque considere que no debería haber secretos entre nosotros, el sabor que ella dejo en la copa era frágil pero intenso, esencialmente dulce pero seco, un sabor muy sutil permanecia en mi boca y al instante descubrí que su compañía destacaba mis virtudes.
Al cabo de un tiempo ya no había secretos entre nosotros y decidí ir a mi cuarto y recostarme a la espera que ella viniera junto a mi, las emociones habían sido muchas, muy pronto quede profundamente dormido.
Al despertar me encontré solo, mire a mi lado y, evidentemente, nadie había estado en esa cama salvo yo, mantenía en mi boca un recuerdo armónico y amable, intente llamarla pero no sabia su nombre, me levante dando un salto y fui al living, como diria el gran Charlie, llendo de la cama al living, pero no encontré rastro de persona alguna, solo descubrí sobre la mesa una botella de vino fino muy caro y una copa, ambas totalmente vacías.
Nunca supe que sucedió aquella noche, pero estaba seguro que me había enamorado.
Un Abrazo.
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